Ingredientes:
- 2 cebollas medianas.
- Aceite para freír.
- 1 taza de harina.
- 1 cucharadita de sal.
- 1 1/2 cucharaditas de polvo para hornear.
- 1 huevo.
- 2/3 taza de leche.
- 1 cucharada de aceite para la mezcla.
Preparación:
Pelar la cebolla y cortar en rebanadas enteras de 1 cm de grueso. Separar los aros, quitando los trozos más pequeños, ya que únicamente se utilizan los aros grandes enteros.
Dejar reposar los aros con agua fría. Luego de 30 minutos, colar y secar sobre papel de cocina.
Para preparar la mezcla, se cierne la harina en un pocillo grande y se mezcla con la sal y el polvo para hornear.
Aparte, se bate la yema de huevo ligeramente; se agrega la leche y una cucharada de aceite. Se va agregando lentamente esta mezcla a los ingredientes secos, hasta formar una masa uniforme. Si la mezcla ha quedado demasiado espesa, se puede agregar un chorrito de leche para adelgazarla.
Aparte, se bate la clara del huevo hasta punto nieve.
Luego se va incorporando lentamente la clara del huevo a punto de nieve, revolviendo sin batir.
Calentar suficiente aceite en una sartén grande a fuego fuerte, de manera que pueda cubrir los aros de cebolla.
Introducir los aros de cebolla en la mezcla, sacudiendo el exceso de masa de cada aro.
Freír varios aros en el aceite al mismo tiempo, sin encimarlos ni dejar que se peguen unos con otros, hasta que estén dorados.
Escurrir el exceso de aceite, colocando los aros de cebolla sobre papel absorvente.
Servir calientes con salsas o mayonesa.
Sugerencias:
Se puede reemplazar la leche por cerveza y el aceite de la mezcla por manteca.
También se puede usar, en lugar de harina normal, harina de maíz
Se puede espolvorear con polenta, sémola o pan rallado para que los fritos queden más crocantes.